JESUS CHAVEZ JIMENEZ
Decía Ernesto Che Guevara que el peor de los enemigos. No es el estado, sino la apatía e ignorancia de los indiferentes. Cuando un pueblo reacciona, no hay ni habrá Estado capaz de soportarlo. Y tenía y sigue teniendo razón, ese dicho. Esa tesis que cobra vigencia cada día. Y más en nuestro estado, donde ya nos estamos cansando de muchas cosas, la violencia por ejemplo. Y el impedimento para el desarrollo de nuestras comunidades. Déjenme platicarles, lo que viví hace poco más de cinco años en esta ciudad de La Paz. En mi desempeño como reportero fui a cubrir una información de la Confederación Nacional Campesina. Se trataba de la visita de líderes nacionales y con ellos se traía una serie de proyectos en beneficio de los ejidos de la entidad. Este evento fue en Palmira. Un salón elegante. Un aforo de unas cien gentes. Y frente a los comisariados ejidales, se sentaron los jerarcas. Y empieza la fiesta de la demagogia. Se hablaba de miles y miles de millones. Y la expresión muy presente de “Y esos apoyos, llegaran a ustedes, facilito, facilito” Aplausos y gracias, gracias. Era una tanda de halagos a los líderes. Era una fiesta feliz. Hasta que un viejecito, como la edad de mi padre Francisco, hasta se parecía a él, pidió la palabra. Y se la concedieron. Y empieza “Señores, ya me tienen hasta la madre, de tantas mentiras. Esos apoyos que prometen. Nunca llegaran. Nos trajeron con mentiras. Nos tienen aquí, porque quieren sacar algo para las próximas elecciones. Pero como ya tengo la palabra, quiero decirles que ya basta de tanto abuso con nosotros. Mi ejido está a la falda de la Sierra de la Laguna. Y ya tenemos más de veinte años que no podemos hacer nada, porque las leyes nos lo impiden. Semarnat, por aquí, Profepa por acá. Señores ambientalistas ahí, jeringando todos los días. Y no tenemos nada que comer. Yo quiero morirme dejándoles algo a mis hijos. Quiero disfrutar de lo que tengo. De mis tierras. De mi ejido. Ya no la jodan, pónganse a pensar en nosotros. Después de esto fue a su lugar, se sentó. Y tal vez yo fui el único que le aplaudió. Nadie hizo referencia a sus dichos. Y de pilón se acaba la reunión. Eso fue hace cinco años. Hasta la fecha los dineros prometidos, todavía no llegan. Sigue ese viejecito a la espera. Y que lo dejen usufructuar su patrimonio.
RESIGNACION
La verdad que la parca, se ensaña con los hombres y mujeres de los medios de comunicación. Como es inexorable, irrefutable, solo nos queda abrir las compuertas del dolor. En menos de tres meses nos arrebató a grandes periodistas y jóvenes comunicadores, a quienes se les extraña con cariño. Se fue don Raúl Zavala Magallanes, columnista político destacado. Hombre de radio, televisión y editor de medios. Después le siguió un joven talentoso como fue Adolfo Lucero, camarógrafo y columnista político. Ambos seres extraordinarios que dejaron gratas memorias. Y un cariño indisoluble en todos los compañeros. Pero cuando todavía nos enjuagamos las lágrimas por estas dos marcadas ausencias, tenemos la muerte del doctor Rubén Villarreal Almazán. Decir el nombre de Rubén, es hablar de una época dorada del periodismo que nace desde el territorio sur de la California de leyenda, hasta el nacimiento del estado y hasta la actualidad, donde estuvo presente la voz, la pluma y la inteligencia de Rubén Villarreal Almazán. Por estos grandes méritos, deseamos a todos los familiares de quien se nos fue, como a todos los periodistas, a los jóvenes y a los maduros, una pronta recuperación, por esta inmensa perdida. Mary, un abrazo fraterno.
VIDAS PARALELAS
Una gran ausencia fue la del diputado Omar Zavala Agundez, en la charla con los periodistas, la del pasado miércoles. Y lo digo, porque además de los diputados presentes es Omar, uno de los legisladores más trabajadores en esta legislatura. Hizo aportes importantes de sapiencia para que esas treinta y tantas leyes salieran adelante…La violencia en las calles sigue, sigue y sigue. Y cada muerto que cae es un empobrecimiento de nuestra calidad de vida. Lo que vendíamos antes a los visitantes de un estado seguro, alegre, hospitalario, ya no. Y es una verdadera lástima que así sea. Otra vez: ¿Hasta cuándo?... Buena lectura me alcanzo mi amigo Alfonso Gavito, con el libro 2015. Un trabajo excepcional. La historia se desborda. Fascinante. Gracias Poncho. Ahí lo llevo…Hasta el mérito presidente Enrique Peña Nieto, llegara otra carta de los vecinos de Chametla, donde se denuncia la trácala abusona cometida por los constructores vaquetones y la SCT irresponsable en la construcción con las patas de un tramo carretero. Feria de abusos y el claveteo de una buena pachocha. Y todo eso, será denunciado… Y con esto nos despedimos, deseando lo mejor. La vida misma. Y no olviden: Si aman su vida: cuídenla.
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