AL ROJO VIVO
JESUS CHAVEZ
JIMENEZ
Hay poco amor y si
lo gastamos en pleitos no tiene caso. Reza un dicho muy cierto y lo aplico hoy
a la manera tan infame como nos estamos acabando nuestros recursos naturales.
Obviamente los no renovables. La última forma de hacerlo es con los incendios.
Y lo padecimos el pasado fin de semana cuando a la llegada a Constitución se
prendieron varias hectáreas. Y en la misma semana en la cañera Todos Santos de
quemaron varias huertas y ocho viviendas. Conozco un caso de los afectados. Una
familia muy modesta perdió todo. Un viejecito, vio como el fuego le acabo todo
el patrimonio. Ahí estaban sus instrumentos musicales, los recuerdos de su
esposa ya fallecida, su dinerito, todo, no quedo nada. Y esto mismo le paso al resto
de las familias dañadas. Ayer me eche una vuelta para comprobar lo que ya me
habían dicho y me dolió el alma y el estomago al ver la desolación, huella
infernal que dejo el incendio. Pero estos casos son los más recientes. Hemos
tenido una cadena de estos en Santa Rosalía donde pegan con ganas, en Los
Cabos. Em fin a lo largo y ancho del estado. Y fíjese amigo lector que lo mas
triste de estas quemazones es que no nos preocupamos. Ya los vemos tan normales
y tal exclamamos un “poberecitos” y nada más cuando debería de ser diferente. Y
me refiero con esto a una amaga realidad y es la que se refiere a que no
tenemos en el estado la cultura de protección. Y aunado a eso no tenemos
tampoco los recursos económicos para que los organismos encargados de salir al
frente a apagarlos, ya sean los bomberos y Protección Civil. No hay dinero, ni
los elementos necesarios. No los tenemos y ahí esta la prueba mas evidente y
devastadora que las huellas de los incendios. No son nuevos estos. Aclaro. Ya
se han padecido con mucha anterioridad, pero creo que ya llegó la hora de
hacerles frente y con seriedad armar estrategias para que los daños no sean tan
aniquilantes.
Es ocioso decir que
además de los recursos económicos y materiales, se necesita la voluntad también
del ciudadano. Que todos nos hagamos a la idea de que tenemos que cuidar
nuestro entorno. Si vemos que hay pasto seco o palmeras caídas no se vale que
se les prendan fuego de manera irresponsable. Las autoridades locales deberían
de llamar a cuentas a quienes los provocan. Y es que la mayoría de todos los
incendios de los últimos años no han tenido responsables. Y eso es penoso. Hay que hacer algo para ya no seguir
acabándonos lo que mas queremos: nuestra casa común.
DOLOR
Murió el reconocido
doctor José Santa Ana Piñeda. Un hombre a carta cabal. No tuve el gran honor de
ser su amigo. Sin embargo lo admiró bastante. Y hay muchas razones para ello,.
Pero la principal es su calidad de ser humano. Hace muchos años, tal vez unos
treinta me hizo un obsequio que para mi fue y es uno de los mas preciados de mi
vida. Me regalo un boleto para la presentación en La Paz y en el entonces Cinema La Paz del cantautor Alberto Cortés,
que en esa ocasión además festejaba aquí su cumpleaños. Era un evento
organizado por la Escuela Normal
Urbana. Llegó con ese semblante de triunfador, carismático. Y me vio que estaba
observando la publicidad del evento y me pregunto ¿ te gustaría entrar? Si de
inmediato le conteste. Me extiende dos
boletos. Entra. Y me quede sin habla. E hice lo mismo con el otro boleto, con
otro muchacho que al igual que yo nos conformábamos con ver solo la cartelera,
pero que gracias al doctor disfrutamos de ese esplendido espectáculo. Descanse
en paz, doctor.
VIDAS PARALELAS
Hoy el grupo Reflexión se viste de gala para recibir al titular del Isife, Isidro Jordán Morrión, que llegara acompañado del rector de
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