AL ROJO VIVO
JESUS CHAVEZ JIMENEZ
Señor presidente Felipe Calderón Hinojosa. Al saludarlo con
afecto, le distraigo unos segundos de su atención, para comentarle un asunto de
su incumbencia. Y lo hago con el deseo
de que haga algo al respecto. Mire, después de que se decidió que fuera la empresa
constructora ICA, la que construyera el complejo para el G 20 se levantaron en
este estado una serie de inconformidades contra esta decisión. Y el coraje se
debe a que esta empresa ha construido en el estado edificios, como el nuevo
Hospital Juan María Salvatierra en donde quedaron una serie de irregularidades
que ponían en peligro la vida de los pacientes y que fueron inclusive
denunciados por las mismas autoridades estatales en voz del Secretario Santiago
Cervantes Aldama que con bastante valor civil, denuncio todas las cochinadas
que esa empresa dejo en ese edificio. Pero esto se pasó por alto y se le
concedió a esta empresa la obra la que supuestamente costaría mil millones de
pesos. Y lo que sucede señor presidente es que ahora ya no son mil, sino que
esto asciende a mil cuatrocientos millones de pesos. Y lo malo no es esto. Lo
grave es que esta obra que ya tiene un sobre precio de cuatrocientos millones,
que obvio no es cualquier cantidad y más cuando emerge del tesoro nacional, no está
concluida. Si bien se utilizo para el evento mundial, lo cierto es que lleva un
avance considerable del setenta o el ochenta por ciento, pero de ninguna manera
está terminada.
OTRA VEZ
Y pasó señor presidente lo que temiamos que pasara- Y es que
otra vez esta empresa deja una serie de desperfectos que hace que esta obra sea
peligrosa, el maléfico sello, que ya se había plasmado en el edificio del Nuevo
Hospital Juan María de Salvatierra. Una de estas pifias fue la pasada
inundación. A los constructores sencillamente se les olvido la debida impermeabilización.
Y ahí están las consecuencias. Esto es lo más notable. Hay otras fallas que
poco a poco iremos comentando, con el ánimo de que cuando esta obra esté
terminada, se haga una profunda revisión de la misma y para que se hagan las
debidas denuncias correspondientes que debe hacer ya el gobierno de Enrique
Peña Nieto, su sucesor al que le pediremos que castigue a los vivales que
hicieron estos trabajos mal hechos, caros e inclusive muchos ni se hicieron,
pero se cobraron. La importancia de este texto, señor presidente que le estoy
dirigiendo es para que ordene a quien corresponda que precise el manejo de los
recursos en esta millonaria obra que queda aquí, en nuestra entidad, como mudo
testigo de la influencia de una empresa constructora que muestra marcada
influencia en las instancias gubernamentales la que en lugar de ser sancionada
es premiada ostensiblemente con jugosos contratos como el que aquí hemos
comentado. Ahí se la dejamos.
DE LUJO
De lujo. Así podemos llamarle a la comparecía de ayer de
Joel Ávila Aguilar, secretario de desarrollo del gobierno local. Después de
hacer una magnifica disertación de lo que ha hecho su secretaria fue sometido a
una larga sesión de interrogantes de todos los diputados. En este tramo se
lucio con información privilegiada, con conceptos claros sobre el desarrollo y
sobre la directriz gubernamental en temas tan escabrosos como lo marítimo o la
minería. No dejo cabos sueltos, por el contrario abrió espacios para el debate,
al que por cierto pocos diputados atinaron entrarle. En una frase de su
disertación dijo que en lo de la minería se prefiere al aprovechamiento
responsable y no a la explotación que hipoteque. Bien por Joel, que salió bien
librado, fortaleciendo por su capacidad y por su sentido común. Esto último fue
lo que irradio ayer al dar las respuestas a los legisladores, los que sintieron
que estaban frente a alguien que conoce y que trabaja.
VIDAS PARALELAS
Cuando estaba lo más álgido del asunto de la expropiación de
los Cuatro Molinos donde se haría el Teatro de la Ciudad y la Unidad cultural,
el gabinete jurídico le recomendó a ese gobernador inolvidable. El de las
cuatro aes, o los cuatro ases. No gobernador no es viable este acto de
gobierno. Los tiempos y las repercusiones sociales, lo jurídico y esto y lo otro. Y este hombre
grande escuchaba. Y la reunión concluyó con ese consejo. Al otro día, llegó el
gobernador a otra reunión con el mismo gabinete- Y les dijo: Esa obra se hace,
porque se hace. Y alguien ingenuamente preguntó ¿ Bajo qué precepto gobernador;
por mis huevos… Que tiempos, señor don Simón…Y el teatro está ahí Y todo lo demás…
…Y amigos por hoy es todo nos leeremos mañana. Reciban un fuerte abrazo. Y no olviden;
hagan el bien y sean felices.